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- Creado: 24 Enero 2022
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Por: Anwar Tapias
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Sin duda, Facebook se ha vuelto una herramienta muy útil para muchos, también en el campo de la evangelización, sin embargo hay que revisar que no nos desconecte de la propia realidad. Cuando la evangelización que hacemos nos gasta más tiempo en las redes sociales que en nuestro entorno real hay que estar alerta, y quiero compartir algunas ideas personales:
1. En Facebook eliges qué páginas seguir, a quien eliminas, a quien bloqueas, desactivas comentarios, etc. En el mundo real no tanto. Quienes llevan vida parroquial y de comunidad, tienen que aprender a sobrellevar otros temperamentos, a convivir, a pensar en el bien de la comunidad, a aprender a escuchar y a comprender al otro.
2. Lo que ves en Facebook no define que tan buen servidor del Señor eres. Siempre conocerás amigos o contactos que publican más que tú, y eso no define tu servicio. ¿Será que debo hacer mas publicaciones? Mira todo lo que publica o hace tal persona y yo no. Aquí lo que importa es si haces tú lo que el Señor te pide, sea en Facebook o fuera de eso.
3. Encontramos personas que admiramos de todos los temas que saben, y a veces nos gustaría saber también todo eso. Hay que cuidar en nuestro caso, que no sea gula espiritual, porque al fin no terminamos haciendo nada bien. Y aquello que publicas que puede parecer poco, puede hacer mucho bien, incluso para alguien, ayudarlo el algo de su vida, que nunca sabrás.
4. No todo apostolado necesita Facebook. Facebook le va muy bien al que evangeliza de forma escrita como formador o escritor pero no todo apostolado lo es. Digamos por ejemplo que el músico católico puede escribir post sobre música católica pero su labor principal es cantando, no escribiendo. El que hace trabajo social, igual. Así que si tu apostolado te demanda labor en vida real, con gente, no hay que sentirse mal de no poder hacer presencia en redes con la misma intensidad de otros.
5. Hay personas que por diversas circunstancias evangelizan más en redes que en sus comunidades por distintas situaciones. Ese es el caso de ellos, tal vez sienten el llamado así y el Señor los necesite aquí con esa disposición. Lo importante es cuidar de que quien no tiene ese llamado, de que quien el Señor lo ha llamado a servir en el anonimato de su comunidad o parroquia no se desvíe solo por pensar que no tiene valor hacerlo así y quiere ser visto en redes. Cada quien, a donde lo puso le Señor.
6. Por último, quien evangeliza en Facebook no es solo quien escriba y ya, para ello ha debido leer, estudiar, Prepararse. Si bien hay casos en que no se gasta tiempo, por ejemplo las reflexiones del Evangelio que me toman pocos minutos, un artículo, un análisis, lleva horas de estudio. Hay hermanos que se toman con seriedad esto y evangelizan en Facebook y le dedican tiempo a preparar lo que escriben.
Siempre recordemos a San Pablo, escribir cartas no era el centro de su misión ni lo que mas le gastó tiempo, pero lo hizo con amor, entrega y pasión.
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Richbell Meléndez, laico católico dedicado a tiempo completo a la apologética y subdirector de la Escuela de Apologética Online DASM.