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Por: Richbell Meléndez

Karl Joseph von Hefele (Obispo de Rottenburg) es citado por los apologistas protestantes y detractores del Concilio Vaticano I como alguien que se opuso al dogma de la infalibilidad papal, ciertamente en el Concilio Vaticano I primero existieron algunos adversarios de este dogma como Ketteler (1811-1877), ordinario de Maguncia, el cardenal arzobispo Guidi, de Bolonia, pero estas no eran una oposición puramente táctica, sino que se debía a razones objetivas. Pero ninguno de ellos quiso dar pie a un cisma, sino que aceptaron finalmente el dogma cuando lo declaró el concilio en aras de la unidad.

 

Esto es lo que no te dicen los apologistas que rechazan el dogma de la infalibilidad papal, aunque Hefele se mantuvo en su posición aún después de la definición del dogma, enseguida se encontró en una posición difícil, de la cual no pudieron librarle ni su expectativa de que los obispos opositores tomaran una postura común, ni su esperanza de una rápida reanudación del concilio ecuménico, ni aún su pensamiento de renunciar.

 

Hefele pronunció la siguiente declaración:

 

“Es verdad que estuve en la oposición. Pero en ello hice uso de mi derecho, pues la cuestión estaba expuesta para la discusión. Sin embargo, una vez tomada la decisión, demorarse en el partido opositor hubiera sido inconsistente con todo mi pasado. Yo hubiera definido mi propia infalibilidad en lugar de la infalibilidad de la Iglesia” [De un discurso del obispo Reiser en el entierro del obispo Hefele (Rottenburg, 1893), p. 11].

 

Hefele no declaró expresamente su reconocimiento al dogma de la Infalibilidad papal sino hasta el 10 de abril de 1871. Pero, a pesar de ello, no se puede decir que sólo se doblegara posteriormente. Hefele había afirmado con anterioridad que estaba dispuesto a luchar por todos los medios contra la definición, pero que no quería dar lugar a una escisión...

 

Si los cismáticos siguieran el ejemplo de Hefele y aceptaran con obediencia los dogmas proclamados por la Iglesia en vez de atribuirse infalibilidad en sus opiniones contrarias a la Iglesia, las cosas serian distintas. Pero bien sabemos que la soberbia algunas veces puede más que la razón.

 

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Richbell Meléndez, laico católico dedicado a la apologética, colaborador asiduo de distintas páginas de apologética católica y tutor de la escuela de apologética online DASM.

 

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