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Por: Richbell Meléndez

 

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Este tema de si María tuvo dolores de parto, ha creado controversia entre católicos actualmente en las redes sociales, algunos católicos han defendido la opinión teológica de que María no tuvo dolores de parto, fundamentando su postura en la Sagrada Escritura y la patristica. Lo cual es lo indicado que se debe de hacer para defender una opinión teológica, pero no se debe olvidar que una opinión teológica no es un dogma, por lo tanto puede existir otra opinión diferente. La cual debe de respetarse y considerarse siempre y cuando no niegue un dogma de fe.

 

Quiero aclarar que respecto a este tema de si María tuvo dolores de parto, me inclino mas a la postura de creer que no tuvo dolores de parto y que dio a luz de forma milagrosa, al igual que fue milagroso la concepción de Cristo. Sin embargo no por eso desestimo la opinión teológica de que María si tuvo dolores de parto. Ya que quienes la proponen o están a favor de esta, también se fundamentan en la Sagrada Escritura.

 

Dicho lo anterior, quiero presentar en este post, una aclaración referente a la postura de que María si tuvo dolores de parto, la cual consiste en aclarar que el afirmar que María tuvo dolores de parto, no rechaza ni contradice el dogma de la Inmaculada Concepción.

 

Una de las objeciones que presentan en contra de los dolores de parto de María es el siguiente argumento.

 

"La Virgen María fue preservada de pecado original y jamás pecó (La Inmaculada Concepción de María), por lo tanto no tendría dolores de parto ya que estos son consecuencia del pecado. El dolor del parto en la mujer es consecuencia de la unión carnal con el varón."

 

Respuesta: Se debe de aclarar que si bien la Iglesia profesa como dogma de fe mariano, la inmaculada concepción de María, no se debe de pensar que el parto o algunos dolores en el parto sean solo por resultado del pecado de Adam y Eva, es decir de la caída del hombre, ya que bien estos pueden ser parte del orden de la creación. Analicemos lo que Dios le dice a Eva.

 

Gén 3:16 A la mujer le dijo. -MULTIPLICARE los dolores de tus embarazos; con dolor darás a luz tus hijos; hacia tu marido tu instinto te empujará y él te dominará.

 

Génesis

 

La palabra hebrea que se usa en el texto es רָבָה (rabá) que según el diccionario Vine nos dice lo siguiente.

 

"rabah (רָבָה, H7235), «multiplicar, ser numeroso, engrandecer». Este verbo también se halla en acádico, arábigo, amorreo y arameo bíblico. En la Biblia hebraica se constatan unos 220 casos durante todas las épocas. El término debe compararse con gadal y rabab .

 

Básicamente, el vocablo expresa crecimiento numérico, como hecho y como proceso. Dios dice a las bestias del mar y del aire: «Fructificad y multiplicad» (Gén_1:22 : el primer caso). En Gén_38:12 el término indica la consumación de algo que fue numeroso (en este caso, años y días): «Pasados muchos años [lit. «y los días se multiplicaron»], murió Bat-súa, la mujer de Judá» (RVA ). Cuando se usa con «días», el vocablo también puede significar «larga vida»: «Y como arena multiplicaré mis días» (Job_29:18; cf. Pro_4:10). A veces rabah se refiere a aumentar riquezas y, en casos como este, el aspecto concreto siempre se especifica con claridad (cf. Deu_8:13 RVA : «Cuando se multipliquen la plata y el oro»)."

 

Entonces el dolor en el parto no es tanto consecuencia de la caída, sino que la consecuencia de la caída es el aumento de los dolores. Del mismo modo, se debe entender el trabajo que Dios le impone al hombre no es algo nuevo, lo nuevo es la carga de dificultad (fatiga) que ahora tendrá el hombre en el trabajo que Dios ya le había dado antes de la caída.

 

Gén 3:17 Al hombre le dijo. -Por haber escuchado la voz de tu mujer y haber comido del árbol del que te prohibí comer. Maldita sea la tierra por tu causa. CON FATIGA comerás de ella todos los días de tu vida.

 

Gén 3:18 Te producirá espinas y zarzas, y comerás las plantas del campo.

 

Gén 3:19 CON EL SUDOR DE TU FRENTE comerás el pan, hasta que vuelvas a la tierra, pues de ella fuiste sacado, porque polvo eres y al polvo volverás.

 

Génesis 3, 17-19

 

Vemos entonces que Dios envía al hombre a trabajar con fatiga y esforzarse más con el sudor de su frente, sin embargo antes de la caída ya Dios le había dado trabajo al hombre.

 

Gén 2:15 El Señor Dios tomó al hombre y lo colocó en el jardín de Edén PARA QUE LO TRABAJARA y lo guardara;

 

Génesis 2, 15

 

Se debe de comprender que lo que sucedió como resultado de la caída no fue que el hombre trabajara, sino que el trabajo ahora seria fatigoso.

 

El asunto de los dolores de parto, es algo similar. En Génesis 3, 16 no dice que antes la mujer no tuviera dolores de parto y que este sería la consecuencia de la caída, lo que dice es que se aumentarían sus dolores.

 

Ahora bien los teólogos que están a favor de la opinión teológica de que María si tuvo dolores de parto, como el teólogo Antonio López explican que los dolores que María experimento en el parto ella los vivió con gozo no con sufrimiento.

 

"En el fondo este es un misterio de amor. Cuando entre los seres humanos hay amor de verdad, todo sufrimiento se suaviza y hasta se convierte en expresión natural que supera y en gran parte borra la aflicción. Si esto es así de manera natural entre los seres humanos, ¿qué sería de las realidades del amor místico e inmaculado de María nada menos que a su hijo, el Señor de la gloria? Piensa en los flechazos del ángel que traspasaron a Santa Teresa. Ella dice que eran dolorosos pero le daban un gran gozo que superaba el dolor. Entonces, el parto doloroso de María Santísima en el nacimiento de Jesús, que no era un mero ángel sino el mismo Dios, tenía que ser experimentado por María con un profundo sentido de amor gozoso. De ahí que sus dolores de parto tenían que ser para ella más expresión feliz de su identificación con su hijo Jesús que dolores meramente naturales. De ahí que María, en mi opinión, tuvo dolores de parto que en ella eran experimentados, con profundo amor e identificación maternal hacia su hijo Jesús, como profundo gozo."

 

Es un error pensar también que los dolores de parto son consecuencia de las relaciones sexuales, de hecho en base a este argumento el cual parte de un concepto negativo sobre el cuerpo y la sexualidad humana propios de la cultura de su tiempo fue que algunos Padres de la Iglesia opinaron que la Virgen no sufrió dolores de parto, pero en este tema la Iglesia no se ha definido infaliblemente.

 

En conclusión si María tuvo o no dolores de parto no afecta ni contradice los dogmas marianos de la Virginidad perpetua de María y la Inmaculada Concepción de María.

 

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Richbell Meléndez, laico católico dedicado a la apologética, colaborador asiduo de distintas páginas de apologética católica y tutor de la escuela de apologética online DASM.

 

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